El Sexo anal y las mujeres. ¿Cierto todo lo que se dice?

Estamos empezado a experimentar sin complejos ni tabúes, y la práctica de sexo anal es cada vez más frecuente. El ano es una parte erógena. Tiene las terminales nerviosas suficientes para competir con la vagina y el pene

Si te duele es porque algo se está haciendo mal. El dolor es solo la indicación de que el ano no está bien relajado y abierto, es un mensaje del propio cuerpo que está pidiendo más tiempo o más suavidad. 

La sensación de la penetración por supuesto es totalmente diferente a la de la vagina. La apertura de la vagina es mayor que la del esfínter. Como consecuencia la sensación de penetración del ano será más intensa. No obstante, hay que decir que es un músculo que se puede relajar totalmente y no presentar ningún tipo de dolencia.

Existe entre las mujeres una especie de resistencia, en el sentido que creemos que hay que aguantar el dolor. Pero esto no debe ser así, ante el dolor hay que pararse, usar más lubricante e ir dilatando el ano con algo más delgado. En el mercado existe una amplía gama de lubricantes anales.

¿Es recomendable usar juguetes sexuales?

Por supuesto que sí. Gracias a los juguetes podrás experimentar diferentes sensaciones a la vez que te vas conociendo un poquito más. Además, gracias a los juguetes esta exploración la puedes hacer también sola, cuando estés más relajada.

El sexo anal y las mujeres: recomendamos empezar con jueguetes pequeños . Tu músculo se irá adaptando poco a poco y podrás probar con juguetes un poco más grandes, e incluso con vibración. Los Plugs Anales y los Vibradores Anales son dos opciones perfectas. 

Es importante que uses juguetes diseñados para el sexo anal. No corras riesgos innecesarios. Práctica sexo anal con seguridad. Antes y después de su uso lávalos con agua tibia y jabón neutro.

El sexo anal y las mujeres: Tips a tener en cuenta

Utiliza siempre preservativo.

Nunca uses el mismo Preservativo para sexo anal, sexo vaginal y sexo oral.

Sobre la higiene… Antes del sexo anal procura lavar bien tanto el ano como el pene. Mucha gente se hace una buena preparación, usando duchas anales o enemas para limpiar el recto. Muy aconsejable.

Hazlo con calma y poquito a poco. Es fundamental antes de empezar, que tanto tú como tu pareja deseáis hacerlo. Con tranquilidad y sin prisas. Empezad con caricias e iros excitando gradualmente. Poco a poco se puede ir insertando un dedo o algún juguete como un plug anal o unas bolas chinas anales, de modo que te vayas acostumbrado a la sensación. Eso sí, siempre usando lubricante suficiente para que la penetración sea lo más suave posible. Una vez que te hayas acostumbrado a la sensación, podéis empezar con la penetración del pene. Evita ir rápido la primera vez.

Si te sientes cómoda y quieres repetir, cada vez será mucho más fácil porque ambos estaréis mucho más relajados. Y por supuesto, el músculo cada vez estará mucho más entrenado.